PARA PENSAR: ¿Por qué una veces recordamos los sueños y otras no? ¿Conoces las drogas que hay en la sociedad? ¿Sabes cuáles son sus efectos? ¿Qué factores originan el consumo de drogas? ¿Por qué se bebe tanto alcohol? ¿Cuáles son sus efectos? ¿Qué tipo de dependencia origina su consumo? |
- LA CONCIENCIA.
1.1. Definición.
La conciencia es un hecho central de la existencia humana, porque sin ella todos los demás aspectos de nuestra vida- la percepción, el pensamiento o la emoción- serían imposibles. Sin ella el universo carecería de significado.
La conciencia es una experiencia subjetiva del conocimiento de uno mismo y de la realidad. Está formada por experiencias del mundo exterior(imágenes, sonidos, colores, sensaciones de frío y calor), experiencias del mundo interior (fantasías, recuerdos y sueños) y experiencias mentales y emotivas (asombro, dolor, felicidad, odio y temor).
La conciencia es el conocimiento que nos permite ejercer un control voluntario y comunicar a otros nuestros estados mentales y emocionales.
Las características principales de la conciencia son:
*Es independiente de las entradas sensoriales (por ejemplo, fantasear).
*Implica la memoria a corto plazo (MCP).
*Exige atención dirigible.
*Tiene la capacidad de realzar interpretaciones alternativas de datos complejos o ambiguos.
*Desaparece en el sueño profundo.
*Reaparece al soñar, al menos en una forma cambiada o deslavazada.
*Encubre modalidades sensoriales básicas distintas en una experiencia singular unificada.
Tal vez no sepamos aún qué es la conciencia, pero sabemos que se manifiesta en diferentes estados y no está en ningún lugar concreto del cerebro, sino que se encuentra distribuida por toda la corteza cerebral en forma de redes de neuronas interconectadas y jerarquizadas.
1.2.Niveles de conciencia.
La conciencia, tal como la experimentamos, es una propiedad emergente de la actividad del cerebro, cuyas neuronas intercambian mensajes electroquímicos. Podemos reflexionar sobre la actividad cerebral (lo que llamamos “autoconciencia”), porque tenemos una teoría de la mente y podemos distanciarnos de nuestras experiencias y preguntarnos qué se siente al pensar algo.
Ser consciente consiste en comprender y valorar un objeto, un hecho o una persona determinada. Es el conocimiento subjetivo que tenemos del mundo y de nosotros mismos y acompaña todas nuestras impresiones y acciones.
La conciencia incluye nuestras sensaciones y pensamientos, los recuerdos y los sentimientos que tenemos en cada momento. Sin embargo, hay dos formas de procesar la información:
*El pensamiento vigil (consciente) nos permite percibir a las personas, los acontecimientos y lugares como reales y significativos, significa estar lúcido y dirigir nuestra conducta. Los procesos cognitivos, como la percepción, el aprendizaje o la inteligencia, sirven para adaptarnos al ambiente y planificar nuestra vida.
*En cambio, en el pensamiento onírico (inconsciente), que se origina durante el sueño, hay una pérdida de la conciencia y de las exigencias del mundo externo.
Todos los seres humanos experimentamos distintos estados de conciencia, que pueden surgir después de escalar una montaña, escuchar música clásica o tener una relación sexual. Sin embargo, hay estados de conciencia que difieren de la conciencia “normal” y se producen por la fatiga, la meditación, la hipnosis o el consumo de drogas.
Podemos distinguir siete estados de conciencia:
*Nivel 1. Vigilancia excesiva. Se caracteriza por una vigilancia exagerada y una concentración extremas. El individuo está muy activado por vivenciar emociones intensa. La conciencia del mundo exterior está debilitada y no hay un control de la conducta. Supone una adaptación deficiente a la realidad.
*Nivel 2. Vigilancia atenta. Estado en el que una persona piensa con intensidad y muestra una atención selectiva a los estímulos ambientales. Por ejemplo, los controladores aéreos deben mantener un alto nivel de vigilancia en su trabajo.
*Nivel 3. Estado relajado. La persona mantiene una atención flotante y no focalizada, produce asociaciones libres del pensamiento y disminuye su conciencia del mundo exterior.
*Nivel 4.Ensoñación. Ocurre cuando nos sumergimos en pensamientos que tienen poco que ver con el ambiente en que nos encontramos o la actividad que estamos realizando. El sujeto ha desconectado de su entorno y juega con su fantasía (imágenes visuales).
*Nivel 5. Sueño ligero. Existe una pérdida de la conciencia del mundo externo y la imaginación visual y auditiva es intensa, pero diferente a la que se da en los sueños.
*Nivel 6. Sueño profundo. Consiste en la pérdida de la conciencia de los estímulos externos y en la imposibilidad de recordar los contenidos de la conciencia.
*Nivel 7. Estado de coma. Se caracteriza por la incapacidad de reacción ante estímulos externos; no hay actividad motora ni uso del lenguaje. Puede estar provocado por traumas cerebrales, agentes tóxicos, ataques epilépticos o accidentes de tráfico.
1.3. Estados alterados de conciencia.
La mente es un conjunto de operaciones llevadas a cabo por el cerebro, un dispositivo de asombrosa complejidad que crea nuestra percepción del mundo exterior, fija nuestra atención y controla nuestros actos. La mente humana no siempre transcurre por los caminos de la “normalidad”. Sueños, hipnosis, alucinaciones…
Estamos lejos de comprender el salto cualitativo que supone pasar de la actividad neuronal del cerebro a la experiencia consciente. Nuestra conciencia del mundo no es constante.
Hay muchos acontecimientos naturales y artificiales que pueden modificar nuestra experiencia subjetiva. En la vida pasamos por estados de conciencia alternativos, experiencias diferentes a la vigilia, como dormir, soñar o delirar por una fiebre alta, y estados de conciencia alterados, provocados por uno mismo, como la práctica del yoga, la embriaguez o el consumo de drogas.
Los estados alterados de conciencia pueden originar estas consecuencias:
*Alteraciones del pensamiento. Una persona puede experimentar diversa graduación de los procesos cognitivos: atención, memoria y capacidad de juicio. Por ejemplo, puede confundir la fantasía con la realidad o no diferenciar la causa del efecto.
*Pérdida de la noción del tiempo. A una persona con paranoia un día le parece un siglo, sin embargo, el heroinómano quiere detener el tiempo y renunciar a la vida adulta. Uno puede sentir que el tiempo transcurre rápido y otro que se ha detenido.
*Pérdida de control. Las personas rígidas e inflexibles tienen miedo a perder el control de su vida, mientras que otras abandonan toda sensación de autocontrol y toman drogas alucinógenas (LSD, mescalina).
*Cambio en la expresión de las emociones. Algunas personas padecen alexitimia, son “autistas emocionales”, incapaces de mostrar alguna emoción por las cosas, otros lo hacen de forma violenta, como el hombre que maltrata a su mujer cuando está borracho.
*Alteraciones perceptivas y cambios en la imagen corporal. Las personas que se encuentran bajo la influencia de LSD o tienen un brote esquizofrénico pueden sufrir distorsiones perceptivas, alucinaciones y delirios.
Los delirios son creencias anormales a las que los pacientes se aferran con gran convicción, tienen un contenido extraño por no ser propios de la cultura del individuo y son insensibles a los argumentos contrarios o al impacto de la experiencia.
*Cambio en el sentido o significado. A veces, cuando alguien está borracho o soñando cree que ha encontrado el sentido de la vida, sin embargo, después de la resaca o al despertar, esas creencias se desvanecen.
*Sugestionabilidad. Bajo el efecto de la hipnosis, los sujetos no recuerdan de forma clara qué han hecho, sentido o pensado, aunque pueden actuar sin percatarse de lo que hacen.
2. LOS SUEÑOS.
2.1. Definición.
Durante toda la historia humana, el conocimiento de los sueños ha despertado gran interés, ya que constituyen la tercera parte de nuestra vida. El sueño, aunque es una necesidad básica del organismo, es una experiencia sin descifrar: es como si buceáramos en el pozo desorganizado de nuestros recuerdos, asociándolos de forma desinhibida y caprichosa.
El sueño puede ser definido como un estado en el que se adopta una postura determinada, con pocos movimientos y sin respuestas a los estímulos, es cíclico (se produce cada 24 horas) y tiene una duración de varias horas.
Durante el sueño se producen importantes cambios fisiológicos de la actividad cerebral, una disminución de las funciones corporales y cambios en la conciencia. Mientras soñamos, el pulso se acelera, la presión sanguínea y la respiración se hacen irregulares y desaparece el tono muscular.
¿Para qué necesitamos soñar? Todavía ignoramos qué nos provoca los sueños y para qué sirven, si bien sabemos que soñamos cada noche, aunque no lo recordemos. El sueño puede ser una respuesta a los acontecimientos externos, manifestar las preocupaciones y sentimientos del soñador para satisfacer deseos o emociones no resueltos en la vida del que sueña.
2.2. Fases del sueño.
La investigación sobre la fisiología del sueño comienza cuando en 1952 se descubre el sueño SOR y se demuestra que el sueño supone un patrón de respuesta fisiológica muy complejo y variable. Ahora sabemos que los sueños no constituyen un proceso homogéneo y continuo, sino que atraviesa fases alternas:
*Fase I. (transición de la vigilia al sueño). En este período se produce una disminución del latido cardíaco, los músculos del cuerpo se relajan y la respiración se vuelve irregular. Las personas despertadas en esta fase creen que no se han dormido.
*Fase II (sueño ligero). En esta fase aparece un sueño más profundo, en el que desciende la temperatura corporal.
*Fase III (sueño profundo). Se observa que no hay movimientos oculares y que los músculos siguen relajados.
*Fase IV (sueño más profundo). A la persona soñadora es muy difícil despertarla y, cuando se intenta, aparece desorientada. El sueño profundo dura una hora aproximadamente, y después de pasar un tiempo en la fase IV se regresa a las fases III, II y I. En esta etapa pueden presentarse problemas del sueño, como sonambulismo o hablar dormido.
Sabemos que hay dos estados básicos del sueño: el SOL, sueño que corresponde a las fases I,II, III y IV y el SOR que es el sueño de movimientos oculares rápidos, también llamado paradójico.
Durante la noche se producen de cuatro a seis ciclos de unos 90 minutos. Cada uno se divide en dos fases: una primera de sueño lento y que ocupa prácticamente el 80% del tiempo, y una segunda etapa conocida como sueño rápido o fase REM, con movimientos rápidos del ojo y que contiene imágenes oníricas.
Sueño de ondas lentas(SOL) | Sueño paradójico(SOR) | |
Estados fisiológicos | Ralentización de la actividad vital (descenso del ritmo cardíaco, de la respiración, etc.). | Clara variedad de los parámetros fisiológicos. |
Actividad motora | Bajo tono muscular. Ausencia de movimiento ocular. | Músculos del tronco, brazos y piernas relajados. |
Trastornos del sueño | Pesadillas, sonambulismo, enuresis, terrores nocturnos, hablar dormido, etc. | Movimientos rápidos de los ojos. Rechinar de dientes. No es frecuente que hable dormido. |
Despertar | Confuso, amnésico. | Lúcido, consciente. |
Tipos de sueño | Sueños lógicos, racionales (actuación del hemisferio izquierdo). | Sueños visuales, fantásticos, ilógicos (actuación del hemisferio derecho). |
2.3. Trastornos del sueño.
Las alteraciones del sueño más características son las siguientes:
*Insomnio. Es el trastorno del sueño más frecuente y se caracteriza por la dificultad de iniciar o mantener el sueño. El insomnio puede ser causado por factores biológicos (uso de estimulantes) o psicológicos (habituarse a ver la TV en el dormitorio).
El insomnio puede ser transitorio o crónico. El transitorio se produce por el estrés, los cambios de horario en el trabajo, la realización de un viaje o por crisis emocionales. El crónico se debe a problemas orgánicos o psicológicos. Suelen padecerlo personas con trastornos psiquiátricos, con migrañas nocturnas o que toman fármacos depresores del sistema nervioso central.
El sueño es algo espontáneo, y un error de los insomnes es obligarse a dormir mediante un acto de voluntad, con lo que consiguen estar más despiertos.
*Apnea del sueño. Durante el sueño la respiración se detiene unos 20 segundos o más, hasta que la persona se despierta un poco, traga aire y se vuelve a dormir. Este ciclo se puede repetir muchas veces durante la noche.
*Narcolepsia. Son ataques de sueños diurnos, repentinos e irresistibles, que pueden durar desde unos minutos hasta media hora e implican pérdida de fuerza muscular (cataplexia) y, a veces, alucinaciones visuales o auditivas.
*Sonambulismo. Consiste en levantarse de la cama cuando se está dormido. El sonámbulo mantiene los ojos abiertos y fijos, puede inspeccionar el ambiente evitando los objetos encontrados a su paso e incluso puede vestirse y salir de casa.
Hay que evitar despertar al sonámbulo, ya que le provoca angustia; además, se deja conducir a la cama con facilidad. Un episodio de ese tipo puede durar más de media hora.
*Pesadillas nocturnas. Son sueños terroríficos, comunes en la niñez y en la adolescencia, que provoca angustia y sobresaltos, y perturba el sueño de manera significativa.
*Terrores nocturnos. Son despertares bruscos precedidos por gritos y lloros, sin contenido onírico, por lo que no dejan recuerdos.
*Somniloquio. Consiste en hablar o emitir sonidos durante el sueño. Dura pocos segundos y ocurre de forma esporádica. No es un signo de desorden patológico.
*Bruxismo (rechinar de dientes). Suele aparecer en las dos primeras fases del sueño y, a pesar del ruido producido, la persona no se despierta. Su etiología es desconocida.
2.4. Los sueños para Freud.
A comienzos del siglo XX, Sigmund Freud revolucionó el mundo de la psicología con su nueva teoría. En 1900 Freud publicó “La interpretación de los sueños”, obra en la que rompe con la concepción psico-filosófica dominante en su tiempo (“conciencia” y “psiquismo” significaban lo mismo) y con las explicaciones neurobiológicas.
Cuando Freud escribió su obra, no se conocía la fisiología del sueño. Y aunque los descubrimientos del sueño REM favorecieron el análisis de los sueños desde la neurología, su idea fundamental (que los sueños revelan nuestros sentimientos y preocupaciones íntimas) se sigue usando en la práctica psicoanalítica.
Freud origina una ruptura en el interior del sujeto al declarar que los sueños son el camino de acceso al inconsciente y una prueba de su existencia. El inconsciente, con sus leyes y procesos, influyen en la constitución y organización de la vida mental.
¿Qué significan los sueños?:
*La asociación espontánea. Los sueños se expresan con imágenes y representaciones, más que con palabras, y analizar y descifrar su sentido implica la asociación libre de las ideas de la persona soñadora.
*Los sueños revelan la existencia del inconsciente. El descubrimiento de este es la tarea de la interpretación onírica. Los sueños son idealizaciones o la realización de deseos insatisfechos, y revelan de forma disfrazada y simbólica la vida interior.
*Los contenidos del sueño y resistencias del sujeto. Freud distinguió entre los contenidos manifiestos del sueño (lo que la persona recuerda; a veces, auténticos disparates) y los contenidos latentes (lo que permanece oculto en el inconsciente).
Las relaciones entre lo latente (deseos auténticos y profundos) y lo manifiesto (sueños recordados) no son fáciles de descubrir. Freud encuentra resistencias por parte del sujeto, ya que este reprime ideas y deseos que no quiere expresar.
*La censura. Freud decía que el sueño es el cumplimiento enmascarado de un deseo reprimido. La censura oculta los deseos prohibidos y modifica los elementos del sueño de forma arbitraria, se ejerce contra las tendencias reprobables desde el punto de vista moral o social, y es la causa de la amnesia onírica.
*Elaboración de los sueños. En este proceso intervienen tres elementos:
a) Condensación: fusión de dos o más imágenes oníricas hasta formar un único símbolo. Se mezclan y sintetizan las características de los objetos o las personas.
b) Desplazamiento: traduce una imagen onírica en otra, de forma similar a como funcionan las metáforas del lenguaje.
c) Dramatización: consiste en convertir las ideas y relaciones abstractas en imágenes visuales; el adulterio se puede representar por la fractura de una pierna.
*Los símbolos oníricos. Los sueños expresan deseos y conflictos disfrazados como símbolos oníricos (imágenes con un significado profundo).
Así, la muerte podría simbolizarse con un viaje. El lenguaje onírico no tiene en cuenta el tiempo ni el espacio, ni los dictados de la lógica. En sueños podemos volar o salir ilesos de una aventura. Muchos símbolos oníricos son deseos sexuales, según Freud, cuando aparecen en los sueños objetos como bastones, paraguas, llaves o revólveres simbolizan el órgano sexual masculino, mientras que cofres, botellas, cuevas, etc., simbolizan el órgano sexual femenino.
3. LAS DROGAS PSICOACTIVAS.
“La ebriedad es el juego de la naturaleza con el hombre”, decía Nietzsche. Durante la Antigüedad, tanto los egipcios como los griegos y romanos conocían el opio y otras drogas y las culturas precolombinas americanas tenían muchos conocimientos sobre plantas alucinógenas, visionarias y estimulantes que usaban con fines lúdicos, rituales o terapéuticos.
En las primeras civilizaciones, el conocimiento del poder de las plantas era imprescindible para su supervivencia, no solo por su poder terapéutico, sino también por la capacidad de alterar la conciencia individual y colectiva.
En todas las sociedades y culturas, los seres humanos conviven con las drogas y las usan con diferentes objetivos: buscar nuevas sensaciones o evadirse de la realidad, conseguir placer o aliviar el dolor, facilitar la comunicación social o adquirir nuevas experiencias y conocimientos.
3.1. Definición.
Las drogas psicoactivas son sustancias que actúan sobre el sistema nervioso central (SNC) y afectan a la percepción, los sentimientos y la conducta. La psicofarmacología es la ciencia que investiga los efectos de las drogas en el cuerpo y la conducta humana.
El filósofo Antonio Escohotado afirma que las drogas son sustancias neutras, que pueden aliviar o matar; no hay drogas mejores ni peores, sino maneras juiciosas y manera insensatas de consumirlas. La cuerda que sirve al alpinista para escalar una cima sirve al suicida para ahorcarse y al marino para que sus velas recojan el viento. Los seres humanos tienen que aprender a diferenciar entre las aplicaciones beneficiosas yo nocivas de las sustancias psicoactivas. Con algunas hay una gran familiaridad desde hace siglos (alcohol), mientras que otras son de reciente aparición, como las drogas de diseño.
3.2. Factores que originan su consumo.
El consumo y abuso de drogas puede ocasionar diferentes efectos y consecuencias dependiendo de la sustancia, del tiempo, de la dosis y de la frecuencia del consumo, así como de las características fisiológicas y psíquicas del consumidor.
Los factores que influyen en los efectos de las drogas son:
-La pureza de la droga y su composición real.
-Las características fisiológicas del consumidor o consumidora.
-La personalidad y los motivos de la persona que consume.
-El conocimiento, las experiencias previas y las expectativas sobre la droga.
-La frecuencia de uso y el ambiente en que se toma.
3.3. Clasificación y efectos de las drogas.
Podemos clasificar las drogas psicoactivas según la dependencia que producen o por los efectos que tienen sobre el sistema nervioso central (SNC).
3.3.1. Clasificación según la dependencia que producen.
El análisis de las drogas se puede hacer teniendo en cuenta diferentes criterios. A. Escohotado en su obra “Historia general de las drogas”, establece tres grupos de sustancias psicoactivas:
1.Fármacos de “paz”. Sustancias que prometen alguna forma de paz, por amortiguar la conciencia moral, como el alcohol o el éter; por analgesia directa (morfina y codeína); por inducir además euforia (heroína); por asfixia del cerebro (los neurolépticos); o por simple embrutecimiento anímico (barbitúricos, sedantes y tranquilizantes tipo Valium). “Paz” cuyo abuso se paga con adictividad.
2. Fármacos de “energía”. Otorgan otra forma de energía, como la cocaína, el crack, la cafeína, etc. Estas no suelen ser adictivas, pero su abuso resulta más dañino para el cuerpo, pues su efecto es comparable a un electrodoméstico cuando aumentamos la tensión eléctrica; el rendimiento inicial es grande, pero puede seguirle un colapso del motor (del organismo en el caso de la persona).
3. Fármacos “visionarios”. Sustancias que proporcionan algún tipo de “viaje” o “excursión psíquica”, tanto los denominados fármacos menores (MDMA o éxtasis, drogas de diseño), como los mayores (mescalina, LSD).
Paz, energía y excursión psíquica son opuestas a la angustia, apatía y rutina, eternos enemigos del ánimo. La pervivencia de esos enemigos explica la pervivencia inmemorial de los remedios que, como sabemos, son sustancias idénticas o parecidas a los neurotransmisores, que transmiten los impulsos nerviosos.
3.3.2.Las drogas según sus efectos en el sistema nervioso central.
Las drogas actúan sobre las sinapsis cerebrales estimulando o inhibiendo la actividad de los neurotransmisores (mensajeros del cerebro). Las sustancias psicoactivas se pueden agrupar en tres tipos: depresores del sistema nervioso central, estimulantes y sustancias psicodélicas.
3.3.2.1.Depresoras del sistema nervioso central.
Estas sustancias disminuyen el estado de alerta y reducen la actividad del SNC. Los consumidores atienden menos a los estímulos externos y sus reacciones son más lentas. También disminuyen sus funciones mentales: atención, razonamiento, memoria e inteligencia. Los depresores más importantes son: alcohol, barbitúricos, ansiolíticos y opiáceos.
*Alcohol. Es una droga cuyo consumo se estimula por la publicidad y las tradiciones sociales. En contra de la creencia popular, el alcohol no es un estimulante; el comportamiento de las personas que ingieren alcohol en determinados actos sociales realmente se debe a que es un sedante del SNC. Tampoco es un afrodisíaco, ya que deteriora el desempeño sexual, sobre todo de los hombres.
Los efectos del alcohol dependen de la cantidad y frecuencia de la ingestión. En pequeñas cantidades amortigua la conciencia, reduce las inhibiciones sociales y produce sensaciones de relajación y euforia. Pero un consumo excesivo produce graves efectos: daños del sistema nervioso o del hígado, interfiere en la percepción de nuestros sentidos y disminuye la autoconciencia. En alcohólicos crónicos puede originar delirium tremens o el síndrome de Korsakoff (se borra de la memoria cualquier acto reciente, aunque el individuo pueda recordar su infancia).
Cuando una persona ha ingerido alcohol, el pensamiento y la percepción se embotan y solo los estímulos inmediatos captan su atención. Las preocupaciones y reflexiones que normalmente restringen el comportamiento son desterradas de la mente de la persona bebedora. Por eso, un borracho se comporta de forma exagerada.
*Fármacos sedantes (barbitúricos). Los barbitúricos, en dosis bajas, tienen un efecto similar a la embriaguez alcohólica y, en dosis altas, pueden ocasionar confusión mental grave o síntomas psicóticos (pérdida de contacto con la realidad). La sobredosis de barbitúricos puede causar el coma o la muerte porque produce parálisis de los centros cerebrales, reguladores de la respiración. Estos sedantes facilitan los efectos sinápticos del neurotransmisor GABA y se utilizan para inducir el sueño, controlar la epilepsia o como sedantes preoperatorios.
*Fármacos tranquilizantes (ansiolíticos). La ansiedad o tensión nerviosa supone sentimientos de aprensión e inseguridad que impiden realizar las tareas cotidianas. Los ansiolíticos sirven para combatir la ansiedad o aliviar el nerviosismo y el estrés. Aunque su poder adictivo es escaso, si las dosis son altas se puede generar dependencia física.
*Opiáceos. El opio es una droga psicoactiva ya usada por los griegos con fines placenteros o medicinales.
Las dos sustancias derivadas del opio más importantes son la morfina y la heroína. La morfina fue descubierta por el químico alemán F. Sertüner en 1806 y ha sido uno de los analgésicos más usados durante la historia para aliviar el dolor. A lo largo del siglo XX, la adicción a los opiáceos ha girado en torno a la heroína, que en 1898 fue puesta a la venta como medicamento para combatir la tos.
Los opiáceos producen tolerancia, dependencia física y psicológica. La morfina produce euforia, somnolencia y alivio del dolor, y cuando se interrumpe su ingesta, el adicto se vuelve hiperexcitable, deprimido e hipersensible al dolor.
El fármaco más usado para combatir la adicción a los opiáceos es la metadona, que es una sustancia sintética derivada del opio. Se usa para el tratamiento de la dependencia a la heroína porque neutraliza la euforia de esta y evita la aparición del síndrome de abstinencia. Sin embargo, tienen un riesgo alto de desarrollar dependencia física y psicológica.
3.3.2.2. Estimulantes del SNC.
Estas drogas producen una activación general del organismo, agilizan el entendimiento y aumentan el rendimiento mental; también quitan el apetito y mejoran el estado de ánimo. La sustancia estimulante que se usa con más frecuencia es la cafeína, que está en el café, el té, diversos tipos de refrescos y en el chocolate.
Existen otros estimulantes con estas características, como las anfetaminas y la cocaína, una de las drogas que más se consume.
*Anfetaminas. Hace tiempo, las anfetaminas se recetaban para perder peso o combatir una depresión leve, y muchos pacientes desarrollaron dependencia con su consumo. En la actualidad, los usos médicos legales de estas sustancias son el tratamiento de la narcolepsia, la hiperactividad infantil y la sobredosis de fármacos sedantes.
Las anfetaminas aceleran el uso de los recursos corporales y producen gran variedad de efectos conductuales: aumentan el rendimiento, mejoran el nivel de alerta del organismo y ayudan a combatir la fatiga. A corto plazo, permiten un esfuerzo continuado sin descanso ni sueño, pero no suministran energía de forma “mágica”.
Su consumo prolongado produce “tolerancia” y en dosis elevadas aparece insomnio, pérdida de peso, deterioro de las condiciones físicas y mentales y se puede generar dependencia física. También pueden originar una pérdida de contacto con la realidad, conocida como psicosis anfetamínica: los usuarios afectados se sienten amenazados y sufren delirios paranoides.
*Cocaína. Es una sustancia originaria de Colombia, Perú y Bolivia que se usaba antes de la colonización para combatir el hambre y el cansancio. Este estimulante del sistema nervioso, extraído de las hojas de la planta de coca, fue un componente de la famosa bebida refrescante de cola desde 1886 a 1906, año en que se reemplazó por la cafeína.
La cocaína incrementa la actividad de las vías del cerebro sensibles a dos mensajeros químicos: la noradrenalina (activa el cerebro) y la dopamina (produce una “oleada” de placer). Provoca sensaciones de euforia, seguridad y bienestar, y cuando se acaban sus efectos, el sujeto puede sufrir trastornos del sueño, ansiedad o depresión.
El abuso de cocaína se ha generalizado peligrosamente en los últimos años, en especial desde que comenzó la venta de una variedad más barata (crack).
3.3.2.3. Sustancias “visionarias”.
*MDMA (éxtasis). La metilendioximetanfetamina (MDMA) fue descubierta en 1912 accidentalmente por los laboratorios Merck, pero la primera investigación científica de MDMA en humanos fue realizada por A. Shulgin, químico, en 1976.
El éxtasis (también conocido por “Adam” o “XTC”), es una droga sintética con propiedades alucinógenas. Puede provocar deshidratación, hipertemia (aumento de la temperatura), tensión muscular, desmayos y escalofríos. También puede causar confusión, depresión, problemas de sueño, ansiedad y paranoia.
*Marihuana y hachís. Estas sustancias son derivadas de la planta del cáñamo Cannabis sativa. La marihuana se compone de las hojas y las flores de esta planta y el hachís es un material resinoso raspado de las hojas del cannabis. La principal sustancia química activa de la marihuana es el tetrahidrocannabinol o THC, un alucinógeno (altera las impresiones sensoriales) moderado. Las hojas con bajas proporciones de THC son las que se denominan “grifa” en países como Marruecos; la mezcla picada de hojas y flores con algo de tabaco es el kif.
Parece que existe una alternancia en los efectos subjetivos de la marihuana. Por una parte, están las risas y agudeza para lo cómico, la efusión sentimental y desembarazarse de inhibiciones personales. Y, por otra, existe un elemento de aprensión y zozobra, una tendencia a ir al fondo de la realidad, que nos señala todo lo que pudimos o debimos hacer y no hemos hecho, algo inherente a nuestra vida.
Diversos estudios han demostrado que la marihuana es eficaz para aliviar la situación de enfermos graves: es útil para frenar el glaucoma, las náuseas producidas por la quimioterapia en enfermos de cáncer, estimular el apetito en personas con sida y aliviar los espasmos que se producen en la enfermedad denominada esclerosis múltiple. El hachís, al debilitar la voluntad (es decir, al reducir la fuerza intelectual que domina las ideas, las asocia y las conecta), da vía libre a los recuerdos y la imaginación; pasado y futuro se sobreponen entonces al presente.
*Sustancias psicodélicas. El término psicodélicas (“ilustradoras” de la psique) fue propuesto por el psiquiatra H. Osmond. En este grupo de sustancias se encuentran las que alteran la percepción sensorial produciendo experiencias peculiares. El LSD (dietilamida del ácido lisérgico), la mescalina (obtenida del peyote y muy usada por los indios mexicanos) y la psilocibina. El LSD fue sintetizado a partir del cornezuelo del centeno por el farmacólogo A. Hofmann en 1943. Ha sido uno de los hallazgos psicofarmacológicos más importantes del siglo XX, por sus influencias en determinadas creaciones artísticas de grupos como los Beatles o en el artista plástico Andy Warthol.
El movimiento hippie usó los alucinógenos como una vía de autoexploración para acceder al inconsciente, lo que en condiciones normales era imposible.
Las drogas psicodélicas cambian la percepción sensorial y alteran la concepción del espacio, del tiempo y del sentido del “yo”. Estas drogas, aunque distorsionan la percepción y el conocimiento, refuerzan la sensibilidad y producen la sinestesia, es decir, la transmutación de las sensaciones. El sonido se puede experimentar como visión, el tacto como sonido, etc.
EN INTERNET: htpp://www.pnsd.msssi.gob.es/ Web del Plan Nacional sobre Drogas. Tiene mucha información, causas, consecuencias, consumo, centros de tratamiento en toda España. |
(Alonso García. J.I. Psicología. 2º Bachillerato. Editorial Mc Graw Hill. Madrid.2016 Vicenta Llorca Darias)