- PRESENTACIÓN.
Si hay un hecho significativo en la biografía de este filósofo alemán (1922- 2017) es el recuerdo del contexto social que propició el ascenso de Hitler al poder. Apel recuerda que durante los años treinta el pueblo alemán aceptó progresiva y mayoritariamente un conjunto de convenciones sociales y políticas que eran éticamente inadmisibles. Asombrado por este hecho y las circunstancias que lo originaron, sus propuestas filosóficas siempre han partido de una pregunta básica: ¿qué es lo que hace legítima una convención social?
- “SOBRAN CONVENCIONES Y FALTAN CONVICCIONES”.
Ciertamente son muchas las convenciones que están presentes en nuestra vida. Desde la aceptación de la democracia representativa hasta la aceptación del código de la circulación, nuestra vida está llena de convenciones y apenas si sabemos dar cuenta de ellas. Pero ¿por qué no empezar a preguntarnos por la legitimidad de las convenciones?, ¿por qué no cuestionar las creencias sociales en las que vivimos? A partir de aquí podemos entender mejor por qué la filosofía de Apel podría sintetizarse con la expresión “Sobran convenciones y faltan convicciones”.
- ÉTICA UNIVERSALISTA EN LA EDAD DE LA CIENCIA.
Apel es consciente de que no todas las convicciones tienen igual valor y por eso, en lugar de clasificarlas por la originalidad o imaginación con que se plantean, las evalúa por medio de la responsabilidad que exigen. En este sentido, su ética no es una invitación a tener convicciones, sino a tener convicciones responsables.
Los desastres medioambientales y las guerras nucleares nos han despertado del sueño de unas consecuencias limitadas por las fronteras nacionales o locales. La ética no puede tener fronteras y tiene que ser, necesariamente, universalista. Si las consecuencias desbordan las fronteras físicas y temporales (afectan a más de una generación), necesitamos una ética que esté “más allá” de las convenciones de las culturas, los Estados o las instituciones que ahora tenemos, es decir, que nos permita evaluar las convenciones en términos de responsabilidad. Por ello Apel propone una ética post-convencional.
- LA TRANSFORMACIÓN DE LA FILOSOFÍA.
Superar las convenciones y lograr las convicciones de esta ética de la responsabilidad es todo un desafío para la razón humana. Mientras que otros filósofos se resignan ante la situación actual y prefieren aceptar las convenciones sociales y políticas de los pueblos en los que viven, Apel prefiere ponerlas en cuestión. Para ello propone un cambio en el modelo de racionalidad.
En su obra La transformación de la filosofía, Apel propone un cambio que asigne prioridad a la racionalidad comunicativa. Esta racionalidad es la del lenguaje y la interacción humana. El lenguaje ordinario y cotidiano es la base de cualquier otro lenguaje y a él deben remitirse los expertos cuando quieren que aceptemos sus propuestas. Desde ahí se replantea el problema de la verdad y la justicia, no como tareas de expertos, sino como exigencias cotidianas. No son problemas de negociación y cálculo entre expertos, sino desafíos que requieren diálogo social.
- DIÁLOGO.
Para Apel el diálogo no es un instrumento de negociación, sino la forma en la que está estructurada la razón comunicativa. El diálogo con los propios protagonistas del desarrollo no es un elemento opcional, sino un elemento constitutivo sin el que no hay verdadero desarrollo humano.
- TEXTO.
“La ética filosófica en general, afrontada de manera retrospectiva y bajo un ángulo casi evolucionista, puede ser considerada como la última respuesta del homo sapiens, es decir, de la razón humana a una especie particular de desafío (…).
Lo que quiero decir aquí avala un hecho confirmado tanto por la antropología filosófica y teológica como por la teoría científica de la evolución. Parece que la verdadera constitución de la especie humana debe, de una manera u otra, haber estado intrínsecamente ligada al cambio o disolución de las leyes instintivas del comportamiento animal y su adaptación al medio ambiente natural. Kant hablaba del “paso del yugo de los instintos a la conducta por la razón” o de la “tutela de la naturaleza en el estado de la libertad”. Pero este hecho debe ser reinterpretado hoy en día (…)
La nueva exigencia para nuestra toma de responsabilidad a la vista de los efectos futuros directos e indirectos de nuestras actividades colectivas- no solo en ciencia y en tecnología, sino en política y economía- se ofrece como la exigencia de una ética universalista de un tipo post-convencionalista y post-tradicional (…).
(K.O. Apel, en H. Jonas. Naturaleza y responsabilidad).
- Comenta la frase “Sobran convenciones y faltan convicciones”
- ¿Por qué es necesaria una ética universalista?
- ¿Qué importancia tiene la responsabilidad en Apel?
- ¿Qué es lo que hace legítima una convención social según tu opinión?
- ¿Por qué es importante el diálogo para Apel?
( AA.VV. Areté. Filosofía 1. Editorial SM. Madrid. 2002. Vicenta Llorca Darias)