1. DEFINICIÓN
Los seres humanos nacen y se desarrollan en un contexto y adquieren hábitos, valores y pautas de conducta (o prejuicios y conductas desadaptadas) a través de la interacción social. Muchas personas desempeñan un papel relevante en nuestra vida porque son la fuente de nuestras emociones (amor, envidia, celos), el origen de muchas formas de recompensa (alabanzas, aprobación y afecto) y de castigo (críticas, desaprobación y rechazo).
Toda nuestra vida está dominada por lo que aprendemos de otros, por cómo valoran lo que creen que hemos aprendido y cómo reaccionan ante nuestras acciones. Descubrimos lo que somos capaces de hacer gracias a nuestra participación en la vida social.
La psicología social investiga cómo influye la presencia de los otros en los pensamientos y conductas de las personas. El medio cultural, la estructura social y sus experiencias influyen en la identidad social y en cómo perciben e interpretan la realidad social.
La socialización, es el proceso por el que los individuos aprenden, interiorizan y asimilan las normas, las ideas y los comportamientos de la cultura de una sociedad que les permite adaptarse a ella. Tradicionalmente, las funciones de socialización son: la reproducción de la estructura y el orden social, la adaptación y participación del individuo en la sociedad, y el desarrollo individual de cada persona.
Sin sistema nervioso no hay conducta humana, pero tampoco existe sin la sociedad. Las interacciones de los individuos son las que producen la sociedad, y esta, con su cultura y sus normas, actúa sobre los individuos. La cultura constituye una forma de vida y moldea nuestra percepción y nuestra conducta de manera que con frecuencia ignoramos.
Es casi imposible imaginar la vida sin otras personas, aunque a veces nos desconciertan porque perciben el mundo de forma diferente a la nuestra, no comprendemos los motivos de sus acciones o hacen cosas que no esperamos.
2. LA SOCIALIZACIÓN.
2.1. UNA NECESIDAD HUMANA.
No existe vida propiamente humana sin socialización. No nacemos inmutables, sino que maduramos y nos forjamos como personas en la interacción individuo- sociedad, propia del proceso de socialización.
El ser humano nace con un deficiente equipaje biológico. Estudios comparativos de la etología concluyen que los seres humanos son los animales más dependientes, y por más tiempo, de sus progenitores. Podemos sobrevivir y desarrollar nuestras potencialidades gracias a que, como afirmaba Aristóteles, “somos animales sociales por naturaleza”. Necesitamos vivir juntos para que todo aquello de lo que no nos ha dotado la biología nos lo proporcione un período de crianza muy largo, en el que se crean lazos con los demás miembros de la sociedad.
El proceso de lenta maduración en la persona tiene una doble dimensión:
*La maduración biológica del individuo es posible gracias al cuidado del grupo, especialmente al de la familia en su primera etapa. Nos capacita para desenvolvernos autónomamente en la labor de supervivencia.
*Dado que el ser humano cuenta con una expresión genética moldeable socialmente, puede desarrollar varios patrones de comportamiento según la estructura sociocultural en que se desenvuelve su vida.
Si viviéramos completamente solos desde el nacimiento, suponiendo que eso fuese posible, tendríamos que volver a inventarlo y construirlo todo. Sería como si nos viésemos obligados a retornar a la Prehistoria. Pero mediante la socialización aprovechamos las aportaciones de nuestros antepasados que de una forma u otra llegan hasta nosotros, nos humanizamos.
2.2. EL PROCESO DE SOCIALIZACIÓN.
Como sabemos, el ser humano es inconcebible sin sus dos dimensiones: la biológica, proporcionada por la genética, y la sociocultural, proporcionada por la sociedad mediante el proceso de socialización.
Este proceso interactivo es de gran intensidad en los primeros años, aunque se prolonga durante toda la vida. Permite a cada persona aprender, interiorizar y asimilar los elementos socioculturales de su entorno (determina qué lengua hablar, cómo pensar, cómo comportarse, cómo buscarse el sustento, qué normas y valores seguir, cómo canalizar la afectividad, qué creer…), integrándolos en su personalidad gracias a los agentes de socialización, adaptándose así al entorno social en donde vive.
Paralelo al proceso de socialización tiene lugar el proceso de individuación, el cual permite desarrollar la propia identidad para poder ocupar un lugar específico en la sociedad. Cada individuo desarrolla sus propios hábitos de comportamiento, sus pensamientos, su propia escala de valores, etc., que lo diferencia de los demás.
De este modo, el ser humano pasa de ser una criatura que nace en un estado muy dependiente de los demás, a ser actor consciente de su destino, capaz de decidir sobre su vida, reflexionando y modificando sus acciones.
2.3. TIPOS DE SOCIALIZACIÓN.
El equipamiento social adquirido (conjunto de conocimientos, habilidades, valores etc.), que se superpone al biológico, que le viene dado al ser humano por naturaleza, exige un largo período de aprendizaje: dura toda la vida de una persona. Pero podemos diferenciar entre un periodo inicial, en los primeros años de vida, con mayor dependencia de los demás y mayor capacidad de aprendizaje, que denominamos socialización primaria, y una segunda etapa en la que se inician de modo creciente los procesos de autonomía individual, que denominamos socialización secundaria. En ocasiones, también podremos hacer referencia a un tercer tipo, la resocialización.
2.3.1. La socialización primaria.
Los psicólogos de las más variadas corrientes coinciden en que los primeros años de la vida de una persona son fundamentales para la formación de la identidad personal. Por eso, la socialización primaria en el entorno familiar es nuclear en la vida de un individuo. Consiste en el proceso intenso y continuado al que se somete a los-as niños-as desde que nacen para asimilar los patrones fundamentales de la cultura de su grupo, de modo que lleguen a integrarse como miembros de esa sociedad.
2.3.2. La socialización secundaria.
El objetivo de la socialización secundaria es adaptar al individuo ya socializado a nuevos sectores o instituciones de la sociedad, posibilitándole el desarrollo pleno de su identidad personal y social. Es menos afectiva y más anónima que la primaria, y permite aprender una amplia gama de habilidades sociales y tener un conocimiento más detallado de los roles que ha de adoptar el individuo ante cualquier institución social fuera de la familia, ya sea el instituto, una empresa, un club deportivo, entre otros.
2.3.3. La resocialización.
La resocialización es el nuevo proceso de socialización al que se ven sometidas algunas personas que ya han sido socializadas, por el que llegan incluso a alterar su personalidad debido al cambio que se produce en su entorno vital. Puede ser voluntario, aunque inducido por las circunstancias, como una persona inmigrante que ha de adaptarse a nuevas costumbres, lenguas…, o involuntario, como ingresar en una cárcel, que aísla por completo al interno del mundo exterior y lo obliga a reorganizar sus relaciones y actividades de la vida diaria.
SOCIALIZACIÓN PRIMARIA | SOCIALIZACIÓN SECUNDARIA |
-Es propia de la infancia. - Es cada vez más intensa. -Se da en un grupo reducido de personas. -Se da en una atmósfera cálida y cercana. Permite la asimilación de pautas cultuales y costumbres de la sociedad de que se es miembro. -Está originada por vínculos afectivos. -Es espontánea e inconsciente. -Es fundamental para una buena adaptación de la persona a su grupo social. |
- Se prolonga toda la vida. - Es cada vez menos intensa. -Se da en grupos más amplios e impersonales. - Es más anónima y aséptica. -Permite la adaptación a los cambios que van apareciendo en la vida. -Suelen predominar los vínculos prácticos u orientados a un fin sobre los afectivos. - Puede ser voluntaria y consciente. -Es más eficaz y fácil de llevar a cabo si ha sido precedida por una adecuada socialización primaria. |
ACTIVIDADES:
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2.4. LOS AGENTES DE SOCIALIZACIÓN.
Aunque parezca una obviedad, todo lo que sabemos es aprendido y todo lo que hemos aprendido es gracias a la socialización, en concreto a los denominados agentes de socialización.
Los agentes de socialización son las instancias o vías mediante las cuales se efectúa la transmisión de conocimientos, normas, valores, etc.
Existen muchos tipos de agentes de socialización:
*Personales: familiares, amistades, profesores, compañeros….
*Institucionales: escuelas, universidades, partidos políticos, sindicatos, empresas medios de comunicación, religiones…
*Instrumentales: libros, cine…
Los principales agentes de socialización son la familia, la escuela, el grupo de iguales y los medios de comunicación.
2.4.1. La familia.
La institución con mayor responsabilidad en la socialización de una persona es la familia, ya que, normalmente, los padres son quienes más tiempo dedican a la labor de enseñar en los primeros y fundamentales años de la vida de sus hijos e hijas, cuando son niños y niñas. La familia transmite la lengua, determinados valores, actitudes, prejuicios, aficiones, estatus…que, más tarde, la persona en su proceso de individuación decidirá si mantiene o no.
Para la psicología conductista, como sabemos, el aprendizaje se centra en el premio y el castigo: se premian las actitudes que se desea fomentar y se castigan las que se desea reprimir. Otra fuente fundamental de aprendizaje es la imitación de los adultos; en ocasiones, se imitan comportamientos espontáneos que los adultos realizan sin tener en cuenta la presencia de los niños y, por tanto, sin intencionalidad educativa. Asimismo, es importante la atención que se recibe en la niñez.
Contacto físico, estimulación verbal e interés (que no debe confundirse con sobreprotección y ausencia de límites) por parte de los padres para asistir las necesidades físicas y emocionales del niño son fundamentales para el desarrollo intelectual y el equilibrio emocional de la persona y, por tanto, para su vida futura.
Los cambios acaecidos en las familias en las sociedades opulentas están provocando que se acceda a edad tempranas a las instituciones académicas, inicialmente a la guardería o el jardín de infancia, por lo que la influencia socializadora de la familia se encuentra cada vez más mediatizada por dichas instituciones o por otros medios que intensifican progresivamente su presencia en el hogar, como la televisión, internet…, que poseen una notable capacidad para transmitir valores y estilos de vida.
COMENTARIO DE TEXTO. 1. Comience desde la infancia dándole todo cuanto desee: así crecerá convencido de que el mundo entero le debe todo y le pertenece. 2. Ríanle todas sus groserías, tonterías y salidas de tono: así crecerá convencido de que es muy gracioso y no entenderá cuando en el colegio le llamen la atención por los mismos hechos. 3. No se preocupe por su educación ética o espiritual. Espere a que alcance la mayoría de edad para que pueda decidir libremente. 4. Nunca le regañe ni le diga que lo que hace está mal: podría adquirir complejos de culpabilidad y vivir frustrado; primero creerá que le tienen manía y más tarde se convencerá de que la culpa es de la sociedad. 5. Recoja todo lo que vaya dejando tirado: libros, zapatos, ropa, juguetes…Así se acostumbrará a cargar la responsabilidad en los demás y crecerá pensando que todo el mundo está a su servicio. 6. Déjele ver y leer todo lo que caiga en sus manos. Cuide de que sus platos, cubiertos y vasos estén esterilizados, pero no se preocupe de que su mente se llene de basura. Inculcarle un buen criterio no importa. 7. Riña a menudo con su cónyuge en presencia del niño, así a él no le dolerá demasiado el día en que la familia, quizá por su propia conducta, quede destrozada para siempre. 8. Dele todo el dinero que quiera gastar. No vaya a sospechar que para disponer de él es necesario trabajar. Que piense que basta con pedir. 9. Satisfaga todos sus deseos, apetitos, comodidades y placeres. El sacrificio y la austeridad podrían producirle frustraciones. Que todos sus deseos estén satisfechos al instante…¡De otro modo podría acabar siendo un frustrado! 10. Dele siempre la razón: son los profesores, los vecinos, la gente, las leyes…quienes la tienen tomada con él. |
2.4.2. La escuela.
En las sociedades complejas actuales, el agente socializador más importante, tras la familia, es la escuela, que tiene como objetivo formar y educar a los nuevos miembros de la sociedad. Los grandes cambios tanto en la sociedad como en el seno familiar ha provocado que la escolarización se realice cada vez a edades más tempranas, complementando, y a veces hasta suplantado, parte de la función socializadora de la familia.
La vida académica no sirve solo para aprender conocimientos y habilidades formales, como leer o hacer cálculo, sino que los docentes transmiten lo que el sociólogo de la educación B. Bernstein ha denominado un currículo oculto, es decir, una actitud ideológica, moral y afectiva ante la vida que sin pretenderlo explícitamente impregna el ambiente educativo (por ejemplo, tratar de modo diferente a chicos y a chicas).
También se aprende a convivir con un grupo mayor, en el que hay que buscar un lugar propio, para lo que es necesario dialogar, negociar, trabajar en equipo, competir , crear amigos y enemigos, etc.
Asimismo, se aprende la importancia del esfuerzo para obtener determinados resultados o calificaciones; la actividad está regulada por unos horarios rígidos preestablecidos, algo que será útil para la vida laboral futura; además, se aprende el valor de la puntualidad, la exigencia de rigor en el quehacer científico, etc. En definitiva, se reciben una gran cantidad de mensajes, explícitos o implícitos, que tienden a reforzar y reproducir el sistema de valores dominante en la sociedad propia.
2.4.3. El grupo de iguales.
El grupo de iguales está formado por personas que tienen más o menos la misma edad y posición social, así como unos intereses comunes: vecinos, compañeros de estudio, de un grupo musical o de un equipo deportivo. Después de aprender a ser hijos-as, hermanos-as, etc., aprendemos a ser amigos-as, líderes, marginados, etc., entre nuestros iguales.
En situación de igualdad, los niños imitan a los adultos mediante juegos de “papás y mamás”, “médicos y pacientes” …Así aprenden e interiorizan las conductas que observan y habrán de desarrollar en el futuro. A medida que crecen, comparten y exploran inquietudes más allá del control de los adultos, hasta llegar a formarse una imagen propia distinta de la que reciben de ellos. En las sociedades occidentales, los grupos de iguales pueden llegar a manifestar una conformidad mimética que rivaliza con la autoridad de los adultos; esto puede llegar a exteriorizarse en el seno familiar con trastornos de la conducta como el síndrome del emperador, o en la escuela, con graves casos de indisciplina.
El grupo de iguales suele caracterizarse por:
*Un alto grado de afinidad, intimidad y cercanía.
*Una libre elección mutua.
*Ciertas aficiones o formas de entender la vida compartida, gustos musicales y estéticos parecidos.
*Un fuerte sentimiento de adhesión, que se va consolidando con el paso del tiempo entre quienes forman parte del círculo más íntimo.
Desde la psicología social, cada vez se le presta más atención por la notable influencia socializadora que se está advirtiendo en los iguales, pues ante ellos hay que urdir un complejo entramado de relaciones, habilidades e interacciones para hacerse un hueco que es único e irreemplazable.
2.4.4. Los medios de comunicación.
Fruto del avance en las tecnologías de la información, los medios de comunicación de masas son cada vez más sofisticados y tienen más capacidad de hacer llegar sus mensajes a todas partes.
Antes de que un niño aprenda a leer, ver la televisión suele ser una rutina diaria, e internet está cada vez más presente, por lo que su influencia socializadora también.
A través de estos medios se accede al estilo de vida, los valores y el pensamiento predominante de la sociedad. Sin embargo, una paternidad responsable debería ejercer cierto control en horarios y contenidos, pues no siempre son los más adecuados. La programación televisiva (e internet), junto con la omnipresente publicidad, adopta formatos cautivadores y entretenidos para los menores, quienes carecen de la madurez y la capacidad para seleccionar adecuadamente los contenidos.
La socialización en las sociedades tecnológicamente avanzadas exige considerar el poder de influencia de la televisión, especialmente en las mentes infantiles y juveniles. Sin embargo, las cadenas televisivas, obsesionadas con conseguir altas audiencias, no suelen tener en cuenta el impacto que pueda tener en los niños.
Hay investigaciones que ponen de manifiesto que los medios de comunicación pueden provocar cambios en las formas de pensar de las personas cuando las informaciones se realizan de forma continuada y se utilizan repetidamente los mismos enfoques.
En este sentido, hay estudios experimentales con un seguimiento de quince años, como los del psicólogo social Rowell Huesmann, que ponen de manifiesto que una mayor exposición a escenas violentas en la niñez provoca hombres y mujeres más agresivos.
El teórico social italiano Giovanni Sartori va más lejos al afirmar que los efectos a largo plazo son incluso cognitivos: en la actualidad el Homo sapiens se está transformando en lo que él denomina Homo videns, un ser incapacitado para abstraer, que exalta la imagen y el entretenimiento. La televisión produce imágenes y limita los conceptos, y así atrofia la capacidad de abstracción y con ella la capacidad de entender la realidad al modo del Homo sapiens.
Sea exagerada o no tal tesis, lo cierto es que los medios de comunicación de masas son poderosos instrumentos de habituación psicológica, con gran capacidad persuasiva- mucha más al emplear las novedades aportadas desde la neurobiología, la psicología aplicada y la psicología social-, que pueden poner al servicio de los intereses de las élites en el poder.
ACTIVIDADES:
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EL SÍNDROME DEL EMPERADOR O DEL NIÑO TIRANO es un trastorno del comportamiento cada vez más frecuente en adolescentes, e incluso niños. Se caracteriza por que estos se convierten en auténticos déspotas en el seno familiar, incluso pueden llegar a maltratar a los padres psíquica y físicamente. Suelen presentar un alto nivel de egocentrismo, junto con poca tolerancia a la frustración, poca empatía y baja autoestima. Está provocado por una educación sobreprotectora y ausente de límites, característica de las sociedades opulentas e individualistas, donde prima el éxito fácil. Además, algunos expertos consideran que quizá también pueda influir cierta predisposición genética en la aparición de este trastorno. |
3. LAS DIFERENCIAS CULTURALES Y SU IMPACTO EN EL INDIVIDUO.
3.1. DIVERSIDAD CULTURAL E IDENTIDAD PERSONAL.
La cultura es un conjunto complejo que incluye el conocimiento, la creencia, el arte, la moral, la ley, la costumbre y cualquier otro hábito y aptitud que ha adquirido el ser humano como miembro de una sociedad. Dicho de un modo más sencillo: cultura es todo lo que se aprende socialmente y que comparten los miembros de una sociedad. Es la herencia social que la persona recibe del grupo.
Las distintas culturas difieren, entre otros aspectos, en la concepción de la identidad personal. Por eso, aunque la globalización está provocando una situación de homogeneidad cultural, aún existen enormes diferencias culturales entre distintas sociedades. No es extraño que experimentemos un choque cultural, es decir, una sensación de desorientación al encontrarnos con costumbres o estilos de vida distintos a los nuestros y que ponen en cuestión las mismas bases de nuestros parámetros culturales.
En culturas donde ha triunfado el liberalismo individualista, como Europa y, en mayor medida, Estados Unidos, predomina una concepción del sujeto como ser independiente, distinto y separado del resto, algo que se manifestará en sus pensamientos, valores y sentimientos; en definitiva, en su estructura psicológica.
Por paradójico que parezca, nos encontramos en una sociedad de masas, pero atomizada, donde cada cual busca su espacio, aunque para ello reproduzca actitudes y pensamientos similares a los demás seres humanos de su entorno.
Sin embargo, en otras tradiciones culturales e ha ido forjando una concepción diferente del ser humano. Un buen ejemplo de ello son las culturas del este asiático, donde los individuos se conciben a sí mismo mucho más interdependientes.
De este modo, las personas socializadas en culturas individualistas tienen como meta afirmarse a sí mismas exaltando su autonomía, de lo que depende en gran medida su autoestima. En cambio, las personas socializadas en culturas comunitarias se centran en conectar con los demás y mantener una armonía interpersonal.
3.2. DIVERSIDAD CULTURAL Y PROCESOS MENTALES.
Los fenómenos mentales no ocurren con independencia de los culturales. Las personas reproducen, crean, transforman y transmiten sus rutinas culturales en sus interacciones sociales cotidianas, para lo que es necesario que la cultura tome forma en la mentalidad individual.
Al mismo tiempo, la mente y los comportamientos van dando forma a la cultura a partir de la vida mental. De manera que cada persona es un agente cultural activo y no un mero receptor pasivo de las influencias culturales de otros.
Los seres humanos somos culturalmente diversos. Precisamente, lo que más separa a los seres humanos de otras especies es su capacidad de producir y mantener las diversas culturas, que les permiten adaptarse a entornos muy diferentes.
Las diferencias culturales se manifiestan en los distintos procesos psicológicos, como los estilos de razonamiento; las fuentes de motivación; la percepción del tiempo, el espacio y la realidad; los estilos relacionales que se establecen entre las personas; la forma de expresar las emociones; el significado de las palabras y los gestos, etc.
Así, por ejemplo, un mismo gesto puede ser interpretado de modo diferente en distintas culturas. Una persona que forme un círculo con el dedo índice y el pulgar, por ejemplo, en Estados Unidos quiere expresar que algo ya está listo o algo va bien, pero ese mismo gesto en Francia puede interpretarse como “No vales nada” (eres un cero).
ACTIVIDADES: 8. ¿En qué procesos psicológicos se manifiesta la diversidad cultural? 9. ¿Qué quiere decir que vivimos en una sociedad de masas pero atomizada? Explícalo con tus palabras. 10. ¿Qué diferencias hay entre una cultura individualista y otra comunitaria? |
4. ROL Y ESTATUS SOCIAL.
Ambos conceptos son fundamentales en el análisis del comportamiento social y están íntimamente relacionados entre sí porque a un estatus se le asocia siempre un conjunto de roles, y por otra parte, un rol lo es siempre del estatus del que se deriva. El rol es la puesta en práctica del estatus: la persona ocupa un estatus y desempeña un rol, por lo que son inseparables.
4.1. EL ROL SOCIAL.
El término “rol” procede del inglés y se refiére al papel que cada actor representa en una obra teatral. En psicología social son las pautas de conducta que la sociedad impone y espera de una persona (actor social) en una situación determinada. Es la conducta socialmente esperada en cada una de las posiciones (estatus) que una persona ocupa en la sociedad.
Toda persona ejecuta múltiples roles en la sociedad: hija, alumna, nieta, paciente de una consulta psicológica, etc. Un individuo no actúa de la misma manera en estas situaciones ni tampoco todas las personas actúan del mismo modo cuando representan un rol determinado.
Las pautas de conducta propias de cada rol en cada sociedad se aprenden en el seno de esta, pero el ejercicio de los roles no es algo automático para todos, sino que depende de la personalidad de quien lo realiza. Así, por ejemplo, ni todos los padres ejercen de igual modo su papel de padres, ni tampoco todos los hijos, ni todos los profesores, etc. Pero sí parece lógico esperar determinadas conductas propias de cada rol.
Las funciones de los roles son:
*Constituyen una base para la comunicación entre los miembros del grupo.
*Funcionan y actúan como agencia mediadora entre el individuo y el grupo.
*Aseguran un buen funcionamiento del grupo cuando se adecuan a las expectativas.
*Forman parte de la definición del yo en el grupo.
*Implican una división en las tareas entre los individuos miembros del grupo que puede facilitar la ejecución de sus metas.
4.2. EL ESTATUS SOCIAL.
El término estatus social se refiere a la posición social que ocupa un individuo en un grupo o comunidad, es decir, pone de manifiesto quién y qué somos con relación a otras personas y, por ende, lo que esperan esas otras personas de nosotros (el rol) según sea nuestra posición.
Dado que la estructura de los grupos está formada por personas que ocupan diferentes posiciones en el grupo de que se trate, cada persona cuenta, al menos, con tantos estatus como grupos a los que pertenece. Por ejemplo, se puede ser delantero en el equipo de fútbol, hijo y hermano en la familia, estudiante de Psicología en la universidad, etc.
Sin embargo, cada persona cuenta con un estatus principal, con el que se le identifica socialmente. Cuál sea este estatus dependerá de las actividades institucionales que más se valoren en cada sociedad. En la nuestra, capitalista, tiene gran valor el éxito económico, por lo que el estatus dominante de una persona suele coincidir con su dedicación profesional.
La personalidad aprendida por un individuo se configura a partir de los diferentes estatus desde los que afronta su vida.
También la autoestima tiene relación con el estatus, ya que tendemos a valorarnos en función de cuál sea el nuestro.
Igualmente, se pueden establecer vínculos entre el estatus y la interpretación de la realidad y su formación de actitudes.
5. LAS ACTITUDES.
Las actitudes son valoraciones subjetivas (favorables o desfavorables) hacia objetos, personas o acontecimientos. Reflejan la forma en que nos sentimos respecto a algo (la ablación) o hacia alguien (los inmigrantes).
5.1. CARACTERÍSTICAS DE LAS ACTITUDES.
Una actitud social (creencia+ emoción+ acción) es una reacción cognitiva, motivacional y emocional hacia diversos aspectos del mundo social: expresamos lo que nos gusta o disgusta o aquello por lo que sentimos atracción o rechazo.
Las características de las actitudes son las siguientes:
• Las actitudes influyen en el comportamiento, pues impulsan a la acción.
• Persisten a lo largo del tiempo y de las situaciones, no cambian de un día para otro.
• Se refieren a eventos significativos, guían nuestras elecciones e influyen en nuestras decisiones acerca de lo que es bueno o malo, conveniente o inconveniente, etc.
• Se expresan de forma positiva o negativa (por ejemplo, hacia la tauromaquia), influyen en el comportamiento y aunque son variables inobservables se infieren a partir de sus consecuencias.
Las actitudes son aprendidas mediante condicionamiento clásico, condicionamiento instrumental y aprendizaje observacional, pero también son innatas, al menos parcialmente, ya que existen factores genéticos en su formación, como han demostrado estudios realizados con gemelos criados en diferentes familias que tienen un alto grado de coincidencia en actitudes.
Los psicólogos sociales consideran que las actitudes están integradas por tres componentes:
*El cognitivo es la creencia que el sujeto tiene acerca del objeto de su actitud, o sobre un grupo social.
*El afectivo consta de sentimientos hacia el objeto de la actitud y su predisposición favorables o desfavorables hacia él.
*El conductual se refiere a las acciones de alguien respecto a otras personas, grupos o instituciones.
Estos tres componentes implican la evaluación del objeto de la actitud. Así, las creencias pueden ser favorables o desfavorables; los sentimientos, positivos o negativos; y el comportamiento, de apoyo u hostil.
5.2. FUNCIONES DE LAS ACTITUDES.
Podemos decir que las actitudes desempeñan cuatro funciones:
*Función defensiva del yo. Puede proteger a una persona de los sentimientos negativos hacia sí mismo o hacia su grupo, proyectando esos sentimientos hacia otros. Por ejemplo, un trabajador en paro que critica la llegada de trabajadores inmigrantes.
*Función expresiva. Todas las personas expresan las actitudes que reflejan sus propios valores. Muchas personas expresan su rechazo a la pena de muerte.
*Función utilitaria o adaptativa. Ayuda a conseguir objetivos deseados (recompensas) o eludir objetivos no deseados (castigos). Por ejemplo, un trabajador que muestra actitudes similares a las de su jefe para ganarse su confianza.
*Función de conocimiento. Sirve para organizar y estructurar diferentes aspectos del mundo social. Ante situaciones nuevas, nuestras actitudes nos permiten, por experiencias pasadas, predecir qué podemos esperar de esa situación.
5.3. LA FORMACIÓN DE ACTITUDES.
Las actitudes se aprenden durante toda la vida y se adquieren de varias maneras:
*Educación. Los valores y comportamientos de los padres influyen en los hijos.
*Experiencia personal. Se origina por el contacto directo con el objeto de actitud. Un ejemplo es la persona que deja de beber después de sufrir un accidente de coche causado por su embriaguez.
*Grupos. Los grupos trabajan para producir conformidad entre sus miembros.
*Medios de comunicación. Muchas actitudes hacia los objetos materiales de nuestro ambiente (coches, alimentos, etc.) se basan en la influencia de la televisión que, mediante la persuasión publicitaria, cambia creencias y actitudes.
Todos tratamos de justificar nuestros conocimientos y actitudes. Cuando alguien hace algo, intenta convencer a los demás de que es una cosa razonable. Sin embargo, esa persona puede experimentar disonancia cognitiva si mantiene dos creencias o actitudes incompatibles entre sí.
5.4. LA PERSUASIÓN Y EL CAMBIO DE ACTITUDES.
Aunque las actitudes son, más o menos, estables, también puede cambiar. De hecho, cada día nos enfrentamos a diferentes procesos de intento de cambio de actitudes, como, por ejemplo, la persuasión.
La persuasión es un proceso mediante el cual se influye en las actitudes de una persona para intentar modificarlas de forma intencionada.
Un ejemplo frecuente de este proceso se aprecia en los mensajes publicitarios de los medios de comunicación, que constantemente intentan persuadirnos para que compremos o consumamos determinados productos. A la persuasión también recurren los padres que se ocupan de la socialización de sus hijos, los analistas financieros que invitan invertir en bolsa en un determinado momento o los políticos que tratan de convencernos de que votemos a su partido.
La persuasión, como proceso de modificación de actitudes, no es buena ni mala en sí misma. Parece encomiable, por ejemplo, si se pone en práctica para que un grupo de alumnos y alumnas supere y evite actitudes discriminatorias o racistas hacia otros miembros de la comunidad escolar.
Los seres humanos no estamos indefensos ante los mensajes persuasivos ya que disponemos de medios para reducirlos o atenuarlos, por lo que tiene alguna utilidad estar sobre aviso.
Existen diferentes estrategias de resistencia a la persuasión, entre ellas:
*La inducción de estados emocionales resistentes en el individuo, por ejemplo, mejorando la autoestima para que tenga mayor confianza en sí mismo, sin tener que sucumbir a las técnicas de persuasión, por sofisticadas que sean, como las usadas por la publicidad o por una secta.
*El entrenamiento de habilidades críticas, como fomentar la autonomía personal y la actitud crítica, en lugar de la sumisión acrítica.
*La validación social, como buscar apoyo en otras personas que comparten su punto de vista.
*El afianzamiento de los compromisos (clarificar cuáles son los compromisos de una persona con los demás y consigo mismo para evitar su olvido, falta de coherencia, etc.).
*La vinculación entre convicciones para ser capaces de forjar una personalidad más sólida y no tan fácilmente influenciable.
*La reactancia psicológica, que supone mantener una actitud de autodefensa para evitar ser persuadidos.
6. LE BON Y LA PSICOLOGÍA DE LAS MASAS.
El nombre de Gustave le Bon está asociado con varios de los hechos más importantes del siglo XX en el mundo. Sus planteamientos y sus estudios alentaron la ideología nazi. Se especula que el libro Mi lucha de Adolfo Hitler, se inspiraba en la obra de Le Bon.
Gustave Le Bon nación en Francia en 1841, se formó como médico, pero dedicó gran parte de su vida al estudio de la sociología, la psicología, la física y la antropología.
Viajó mucho por Oriente como arqueólogo, pero también por Europa y África. De sus pesquisas comenzaron a surgir sus libros, entre los cuales está Psicología de las masas.
Buena parte de su obra está dedicada a justificar el colonialismo de las potencias europeas. Su principal argumento para ello era el planteamiento de que existen razas superiores. Se valió para probarlo de gran cantidad de conjeturas y de evidencias bastante cuestionables.
Le Bon era un convencido del determinismo geográfico. Básicamente planteaba que solo bajo ciertas condiciones geográficas podían aparecer hombres y mujeres verdaderamente inteligentes, bellos y moralmente desarrollados. Tales condiciones eran las de Europa y la raza superior eran los arios.
Gustave Le Bon también estaba convencido de que existían varias razas humanas bien diferenciadas. No se refería a rasgos físicos o genéticos variables, sino que realmente pensaba que cada raza era una especie aparte. Por supuesto, también creía que había razas superiores e inferiores.
Si las razas superiores se mezclaban entre sí, o con una de las inferiores, los resultados podían ser buenos. En cambio, si se mezclaban dos o más razas inferiores, la consecuencia era un pueblo degenerado.
Le Bon se hizo particularmente famoso por la publicación de su libro Psicología de las masas. Su planteamiento básico era que los seres humanos desarrollan en colectivo comportamientos que jamás desarrollarían individualmente. En otras palabras, los grupos tienen una influencia determinante sobre los individuos.
Señala que las principales razones por las cuales el “yo” se pierde en el “nosotros” son las siguientes:
*El ser humano percibe a la masa como un poder invencible. Deja de sentirse responsable porque en ella es una figura anónima.
*Las masas contagian su manera de sentir y actuar a quienes las conforman. Eso se da de manera inconsciente y permite que la masa sea manipulada por un líder.
*La masa sugestiona e hipnotiza al individuo. Formar parte de una masa lleva a experimentar sentimientos de omnipotencia.
*En la masa lo irreal predomina sobre lo real. Es compacta y no se rompe por diferencias internas.
*La masa se percibe como un mecanismo de supervivencia. No pertenecer a la masa es visto como un grave peligro.
Es de anotar que el propio S. Freud escribió toda una obra para poner en tela de juicio la psicología de las masas de Gustave Le Bon. La obra de Freud se llama Psicología de las masas y análisis del yo.
A pesar de que Le Bon se definía como un demócrata, lo cierto es que sus planteamientos alentaron notablemente a la ideología nazi, el fascismo y todos los sectores que se desprendieron de esa matriz. En últimas, Le Bon planteaba que las masas eran un rebaño servil y que por lo mismo no podían existir sin un amo. Señalaba que ese amo o líder debía ser alguien con fuerte personalidad, creencias muy definidas y una voluntad poderosa.
De otro lado, los planteamientos de Le Bon sobre el inconsciente alcanzaron gran difusión y notoriedad. En ese terreno hizo importantes aportaciones, que por un lado fueron retomados por el aparato de propaganda nazi, pero por el otro, sentaron bases importantes para la actividad publicitaria.
Le Bon murió en 1931. Probablemente nunca imaginó que sus planteamientos iban a servir para alentar el holocausto nazi. Mucho menos pasó por su cabeza que su propio país, Francia, iba a ser víctima de la discriminación de los arios.
7. LA TEORÍA DEL DESARROLLO PSICOSOCIAL DE ERIKSON.
Considerado como uno de los representantes de la tendencia culturalista del psicoanálisis, sus trabajos se refieren sobre todo a la infancia y a la adolescencia.
Erikson integró el psicoanálisis clínico y la antropología cultural matizando nuestros aspectos del desarrollo. Por un lado, enfatizó la influencia de factores psicosociales y socioculturales en el desarrollo del “Yo” y, por otro, propuso el desarrollo de la identidad como sucesión de etapas diferenciadas entre las que existen períodos de transición (crisis evolutivas), conceptualizando ocho crisis psicosociales o etapas de de desarrollo de la identidad hacia la síntesis del “Yo”.
Sus ideas (en las que se percibe la influencia de Freud, principalmente en las primeras cuatro etapas) ha tenido gran influencia en otros trabajos sobre las etapas en la edad adulta. Para Erikson, el desarrollo infantil de la ·confianza básica” en los adultos, desarrollada durante los primeros años de vida, es el fundamento de todo el desarrollo social posterior. Insistió en la importancia de lo que Piaget denominó estadio sensomotor del desarrollo, y corroboró la aseveración de que dicho estadio es el fundamento imprescindible de un desarrollo social e intelectual normal.
La teoría del desarrollo Psicosocial fue ideada a partir de la reinterpretación de las fases psicosexuales de Freud en las cuales subrayó los aspectos sociales de cada una de ellas en cuatro facetas principales:
*Enfatizó la comprensión del “yo” como una fuerza intensa, como una capacidad organizadora de la persona y capaz de resolver las crisis derivadas del contexto genético, cultural e histórico de cada persona.
*Puso en relieve las etapas de desarrollo psicosexual de Freud, integrando la dimensión social y el desarrollo psicosocial.
*Propuso el concepto de desarrollo de la personalidad desde la infancia a la vejez.
*Investigó acerca del impacto de la cultura, de la sociedad y de la historia en el desarrollo de la personalidad.
Erikson también propone una teoría de la competencia Cada una de las etapas vitales da pie al desarrollo de una serie de competencias.
Si encada una de las nuevas etapas de la vida la persona ha logrado la competencia correspondiente a ese momento vital, esa persona experimentará una sensación de dominio que Erikson conceptualiza como fuerza del ego. Haber adquirido la competencia ayuda a resolver las metas que se presentarán durante la siguiente etapa vital.
Otro de los rasgos fundamentales de la teoría de Erikson es que cada una de las etapas se ven determinadas por un conflicto que permite el desarrollo individual. Cuando la persona logra resolver cada uno de los conflictos, crece psicológicamente.
En la resolución de estos conflictos la persona halla un gran potencial para el crecimiento, pero por otra parte también podemos encontrar un gran potencial para el fracaso si no se logra superar el conflicto propio de esa etapa vital.
Los 8 estadios psicosociales son:
Confianza frente a Desconfianza.
Este estadio transcurre desde el nacimiento hasta los 18 mese de vida, y depende de la relación o vínculo que se haya creado con la madre. La relación con la madre determinará los futuros vínculos que se establecerán con las personas a lo largo de su vida. Es la sensación de confianza, vulnerabilidad, frustración, satisfacción, seguridad…la que puede determinar la calidad de las relaciones.
2. Autonomía frente a vergüenza y duda.
Este estadio empieza desde los 18 meses hasta los 3 años de vida de la persona. Durante este estadio el niño emprende su desarrollo cognitivo y muscular, cuando comienza a controlar y ejercitar los músculos que se relacionan con las excreciones corporales. Este proceso de aprendizaje puede conducir a momentos de dudas y de vergüenza. Asimismo, los logros en esta etapa desencadenan sensación de autonomía y de sentirse como un cuerpo independiente.
3. Iniciativa frente a Culpa.
Este estadio va desde los 3 años hasta los 5. El niño empieza a desarrollarse muy rápido tanto física como intelectualmente. Crece su interés por relacionarse con otros niños, poniendo a prueba sus habilidades y capacidades. Los niños sienten curiosidad y es positivo motivarles para desarrollarse creativamente. En caso de que los padres reaccionen negativamente a las preguntas de los niños o a la iniciativa de éstos, es probable que les genere sensación de culpabilidad.
4. Laboriosidad frente a Inferioridad.
Este estadio se produce entre los 6-7 años hasta los 12. Los niños muestran un interés genuino por el funcionamiento de las cosas e intenta llevar a cabo muchas curiosidades por sí mismo, con su propio esfuerzo y poniendo en uso conocimientos y habilidades. Por esa razón es tan importante la estimulación positiva que pueda ofrecerle la escuela, en casa o por el grupo de iguales. Este último comienza a adquirir una relevancia trascendental para ellos. En el caso de que esto no sea bien acogido o sus fracasos motiven las comparaciones con otros, el niño puede desarrollar cierta sensación de inferioridad que le hará sentirse inseguro frente a los demás.
5. Exploración de la Identidad frente a Difusión de Identidad.
Este estadio tiene lugar durante la adolescencia. En esta etapa, una pregunta se formula de forma insistente: ¿quién soy?. Los adolescentes empiezan a mostrarse más independientes y a tomar distancia de los padres. Prefieren pasar más tiempo con sus amigos y comienzan a pensar en el futuro y a decidir qué quieren estudiar, en qué trabajar, dónde vivir, etc. La exploración de sus propias posibilidades se produce en esta etapa. Comienzan a apuntar su propia identidad basándose en las experiencias vividas. Esta búsqueda va a causar que en múltiples ocasiones se sientan confusos acerca de su propia identidad.
6. Intimidad frente al Aislamiento.
Este estadio comprende desde los 20 años hasta los 40, aproximadamente. La forma de relacionarse con otras personas se modifica, el individuo empieza a priorizar relaciones más íntimas que ofrezcan y requieran de un compromiso recíproco, una intimidad que genere una sensación de seguridad, de compañía, de confianza. Si se evade este tipo de intimidad, uno puede estar rozando la soledad o el aislamiento, situación que puede acabar en depresión.
7. Generatividad frente al Estancamiento.
Este estadio transcurre entre los 40 años hasta los 60. Es un lapso de la vida en el que la persona dedica su tiempo a su familia. Se prioriza la búsqueda de equilibrio entre la productividad y el estancamiento; una productividad que está vinculada al futuro, al porvenir de los suyos y de las próximas generaciones, es la búsqueda de sentirse necesitado por los demás, ser y sentirse útil. El estancamiento es esa pregunta que se hace el individuo: ¿qué es lo que hago aquí si no sirve para nada?, se siente estancado y no logra canalizar su esfuerzo para poder ofrecer algo a los suyos o al mundo.
8. Integridad del yo frente a la Desesperación.
Este estadio se produce desde los 60 años hasta la muerte. Es un momento en el que el individuo deja de ser productivo, o al menos no produce tanto como era capaz anteriormente. Una etapa en la que la vida y la forma de vivir se ven alteradas totalmente, los amigos y familiares fallecen, uno tiene que afrontar los duelos que causa la vejez, tanto en el propio cuerpo como en el de los demás.
Bibliografía:
José Ignacio Alonso García. Psicología. 2º Bachillerato Editorial Mc Graw Hill. Madrid. 2016.
AA.VV. Psicología. Serie Comprende. Editorial Santillana. Madrid. 2016.
Vicenta Llorca Darias.